miércoles, 9 de septiembre de 2015

VIVIR EN EL PARAISO

Anoche me fui a dormir después de mirar el Facebook y ver un montón de imágenes vinculadas a los migrantes sirios, con una tristeza enorme, pensando en la imagen de ese chiquito, Aylan, boca abajo en la playa, acariciado por las olas, con los brazos al costado, la cara de lado y las rodillas algo flexionadas dejando la cola para arriba, en la misma, exacta, posición en la que la mayoría de las veces suelo encontrarme a Jerónimo, mi hijo menor, durmiendo en la cama. Jerónimo que como Aylan tiene menos de 3 años.

Me fui a dormir con dolor, y con algo de bronca, cansado de que pasen estas cosas, cansado de las actitudes de los gobernantes y las actitudes xenofóbicas de los europeos, por allí hasta vi a una camarógrafa hacerle una zancadilla a un hombre en Hungría que huía con un hijo en brazos.
Me sentía mal, enojado, con la bronca de no entender porque Dios permite que pasen estas cosas. Y mientras rezaba me fui quedando dormido y quien sabe de que manera, tuve la oportunidad de hablarle a Dios. Le pregunté porque, le exigí respuestas con la soberbia que caracteriza al que no entiende, le planteé la posibilidad de que nunca mas muriera un chico. 
Y Dios que todo lo sabe y lo puede, que todo lo entiende y todo lo ve, me miró con amor, como un padre a un hijo, como ese padre que se muere por pegarte un castañazo por mal educado pero te quiere tanto que te lo va a explicar por milésima vez.
Y me dijo: "¿De quien depende? ¿De mi? ¿De los gobernantes? ¿Quién los votó? ¿Y si te dijera que yo les di un mundo donde sobra comida para todos? ¿Donde no debería morir un chico? Donde muchas mujeres no quieren tener al hijo que llevan en su vientre pero muchas mas se mueren por tenerlo y no lo tienen. Donde al final el chico termina abandonado o abortado.
Yo les di el paraíso y ustedes lo convirtieron en este "valle de lagrimas" Les doy la capacidad y los recursos para erradicar las peores enfermedades y ustedes dedican los recursos a que un robot viaje a Marte en busca de vida o agua. No me culpen mas ni me reclamen mas, mírense al espejo, esos chicos mueren por culpa de ustedes, por desinteres, por egoísmo, por soberbia, por tener muy poco clara la escala de valores. Es momento de dejar de culpar a terceros, a Europa, a ISIS, a Merkel, a Dios. Mientras Aylan murió por culpa de estos y de muchísimas personas mas, incluido vos, en esta misma manzana en la que vos dormís bajo un techo hay un chico en la calle, no es Sirio, no huye de la guerra, vive en la capital de un país donde se tira comida diariamente, y sin embargo esta tan en riesgo como Aylan, porque no lo ven, hasta que alguno le saque una foto muerto en la vereda de la Av Santa fe, será problema de otros, o culpa de Dios, o de los gobernantes, Acordate, yo no desterré al hombre del paraíso, pero al probar la fruta del árbol del bien y del mal convirtieron al paraiso en lo que hoy es"
De que sirve llorar por un chico si no se hace nada por el resto, Si lloras por Aylan y no ayudas a otros Aylan, mas cercanos mas propios. Las mismas personas que rezan diariamente por esa gente que huye de su país en busca de refugio en otras naciones, son las que se horrorizan porque personas de paises vecinos vienen a atenderse a los hospitales públicos argentinos, los que le hechan la culpa de la delincuencia a los extranjeros que viven en nuestro país, obviamente porque no son de USA, de Francia, o de Holanda. Son Paraguayos, Peruanos, Bolivanos, etc.

Acá estamos viviendo en el Paraíso pero no nos damos cuenta, porque probamos la fruta del bien y el mal o del conocimiento, tal vez no nos hace falta saber tanto, tal vez por eso al saber dudamos, perdemos la fe, nos guardamos las cosas, acumulamos hasta lo que no necesitamos y a aquello de lo que nos desprendemos le ponemos un valor económico, Hoy manda la plata y no el corazón. Decimos que tenemos fé pero por las dudas seguimos siendo egoístas.
Ayer me mandaron un cuento corto que me marcó en algo que pienso siempre, Tenemos que volver a la inocencia de los chicos.

"Un día los hombres del pueblo decidieron rezar para pedir que lloviera. El día del rezo, toda la gente se reunió, pero solo un niño llegó con paraguas. Eso es FE."