miércoles, 5 de febrero de 2014

La carrera de la vida

La carrera de la vida es, sin duda, una carrera a campo traviesa y con obstáculos difíciles de superar. Pero es eso una carrera y nada más.
Cuenta la historia que alguna vez el anciano del pueblo cansado de escuchar a los mas jóvenes hacer gala de su fuerza y destreza invitó a cuatro de ellos a correr una carrera de obstáculos, invitó a uno  que podríamos describir como el ciudadano promedio, el del montón, a un segundo que era muy sabio, el tercero era muy inteligente y el cuarto era probablemente el más fuerte, y el que más se ufanaba ante el viejo, el hombre lo llamaba el "estúpido", tal vez simplemente porque estaba cansado de escucharlo hablar tanto y verlo hacer tan poco.
Todos eran personas capacitadas, leídas, instruidas, nada tiene que ver ser inteligente, estúpido o sabio con los conocimientos adquiridos previamente, puede ayudar pero a cuantos sabios que no han estudiado hemos conocido y a cuanto imbécil con un MBA nos topamos en la calle a diario. En fin la instrucción estaba y era buena en general.
Además eran sanos físicamente y los cuatro estaban en excelente estado.
Largaron todos juntos y salieron a la carrera, nadie podía ver como se iba desarrollando la misma pero al final de la carrera el primero en llegar fue el inteligente y el viejo dijo "Es lógico, la inteligencia es la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios, es por eso que este muchacho enfrentó a los obstáculos y antes de llegar se adaptó y avanzó sin detenerse a considerar los motivos de lo que ocurría".
Al rato llegó el sabio y detrás de él "el muchacho del montón", el viejo dijo entonces, "Era de esperarse, el hombre promedio se choca con el obstáculo, aprende del error y cambia el recorrido para seguir avanzando, mientras que el sabio tiene la ventaja que además de aprender de sus propios errores aprende de los ajenos, al ver al otro tropezar con el obstáculo, se adaptó y avanzó, lo pasó y llegó en segundo lugar y el hombre común detrás de él"
El viejo se levantó y se marchó a su casa, Los pibes del pueblo le gritaron "¡Eh, Viejo! ¿A donde va? ¡Falta el cuarto participante!"
El viejo se dio vuelta y les contestó "¿El estúpido? No muchachos, ese chocó contra el obstáculo, se paró y volvió a arremeter contra el obstáculo y se volvió a parar, porque debe ser testarudo pero por enésima vez enfrentó contra el obstáculo tantas veces como se lo permitió el don de la perseverancia, hasta que cedió. Si quieren que no se enferme cuando se haga de noche, váyanlo a buscar. Y ojalá les haya quedado el mensaje"
Se metió a la casa, se preparó unos mates y se sentó sabiendo que a los muchachos del pueblo les había dejado algo dando vuelta en la cabeza.

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