¿No se preguntaron nunca si estaremos haciéndole bien a nuestros hijos? Estos chicos que no se los reta para no traumarlos, que levantando la bandera de una psicología hiper defensiva, evitamos generarles "cicatrices" que los marquen de por vida como por ejemplo un aplazo en la primaria. Hoy escuchaba la noticia que volverían en la provincia de Buenos Aires a regir en el segundo ciclo de primaria los aplazos. Automáticamente se abre el debate de si debe tomarse esta medida o si estamos estigmatizando al niño, si lo marcamos, si le hacemos ese daño irreparable.
Me da pena, pero admito como el noventa y nueve por ciento de los que leen que soy muchísimo mas blando de lo que supieron ser mis padres conmigo cuando se trata de mis hijos, que cada vez que los reto siento una culpa tremenda y que cargo con la constante duda de cuanto mal le hará a su futuro esto o aquello que he dicho. Hago una aclaración para evitar poner la vara en una altura que no le corresponde. Mis padres no fueron ni violentos ni golpeadores, ni malas personas ni egoístas, ni desamorados. Cometieron mil errores pero siempre pensaron y actuaron en pos nuestro, como le habrá pasado a la mayoría de los que están en esta edad de entre treinta y cinco y cincuenta y cinco años.
Tengo la sensación que en lugar de ayudarlos los estamos entorpeciendo para salir a pelearla. Si yo no le digo lo que esta mal a mi hijo y no se lo dicen en el colegio, lo menos importante es que sea un burro, lo peor es que no va a estar preparado para aceptar y superar el fracaso, se va a encontrar en la vida con miles de piedras que no podrá superar, no por no tener las herramientas, sino por desconocer que cuenta con las mismas.
Es importante que el ser humano sepa a que nivel esta su trabajo, no comparativamente contra los otros, sino para saber si el logro es satisfactorio para el objetivo que se aspira o no. Si el chico desconoce, lo dejamos salir sin armas de conocimiento, pero además lo dejamos sin armas para defender su autoestima. Una autoestima paradójicamente protegida a partir de la medida de no aplazar.
No los retamos, no ponemos límites, no les termina de entrar que esta bien y que está mal, cuando se mandan una macana la culpa es del estado que no legisla o de la ley que no vigila correctamente. Nunca es culpa de ellos. Si un niño se escapaba del colegio en los años setenta los padres lo llevaban a patadas y avergonzados, hoy la situación sería muy distinta, es probable que el colegio termine cerrado y los maestros y directivos cesanteados. es cierto que "la culpa no es del chancho sino del que le da de comer" pero, Que pasa cuando al chancho debería comer por sus medios o el mismo pequeño chancho ahora tiene chanchos a su cargo?
Que preocupado me tiene la crianza de mis hijos, que preocupados nos tiene a la mayoría, el otro día escuchaba "mi niñez" la canción de Serrat y me daba cuenta que lejos estamos de que nuestros hijos vivan una niñez como esa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario