La mañana fría y lluviosa hacía rato que tiraba adentro de la cama pero la arenga de los responsables nos llevó directo al club a vivir un día inolvidable
Fuimos a divertirnos y también a emocionarnos, a recibir a un grupo de ordinarios, porque así los definió uno de sus responsables ¿Acaso su líder? ¿Su vocero? a mi entender su mejor relacionista público. Esteban, en su tono y dialéctica bien castrense, le hablaba a los chicos con cariño y les decía que ellos no eran especiales, que se trataba como de todos los presentes de personas ordinarias que alguna vez la patria los llamo a cumplir una tarea extraordinaria.
Desde el recibimiento en el pasillo de aplausos, la oportunidad de entonar el himno y la marcha de las Malvinas al lado de estos hombres y posteriormente cantar la marcha de San Lorenzo para hacer una pausa y mirarlos cantar la estrofa dedicada al Sargento Juan Bautista de Cabral, con el que se identifican por su actitud heroica y de amor a la patria, ya había sido suficiente deshidratación por lágrima en lo que iba del día.
Sin embargo vinieron los presentes y los reconocimientos, y la presentación de cada uno de los ex combatientes por parte de Esteban, uno que resistió con un disparo en la cara, otro que rescató a su superior y desafió al enemigo caminando de espaldas cargando al herido. otro que asistió a los heridos hasta la muerte rezándole a la Virgen de Caacupé, los helicopteristas que rescataban soldados, un Veterano que además fue herido en la Tablada defendidendo la democracia durante el levantamiento.
Los chicos miraban atónitos y sinceramente no sé si podían comprender todo eso. Los grandes nos ocultábamos las lagrimas de emoción entre nosotros y los aplausos y el reconocimiento eran constantes.
Las infantiles jugaron contra su clásico rival, Newman y presentes estaban un veterano de guerra de cada club. Cada condimento hizo del sábado 4 de Junio un día único. Si como dijo Esteban, lluvia, viento y frio lo hacía mas MALVINERO todavía.
Después vino el partido y como siempre la gente es en la cancha como es en la vida, ni una deslealtad, ni una infracción intencional, a cada tackle duro lo acompañaba una mano para levantarte y una pregunta.. ¿Estas bien?
Al final y como fuera de toda formalidad en el ingoal estaba Esteban, que se llama Esteban Vilgre La Madrid pero como a todas esas personas que uno ve con admiración prefiero llamarlo por el nombre, con esa sensación que Esteban hay uno solo, como pasa, con Diego, Willy, Charly... A Esteban lo rodeaban unos treinta chicos que como quien interoga a su ídolo le preguntaban desde su comida en las islas hasta como fue ser tomado prisionero o cuantos muertos conoció. Ese fue el momento en el que mas profundamente me emocioné, porque nosotros que no sabemos nada vivimos la época de la guerra, pero nuestros hijos no la vivieron y verlos tan interesado me hizo sentir lo mismo que cuando lo ví a mi hijo llorar por Racing, entendí que les habíamos transmitido la pasión. Eso ya había hecho que todo valga la pena.
¿Nos divertimos? mucho. ¿Nos golpeamos? también pero forma parte de divertirse ¿Quién gano? Principalmente los chicos, el sábado ganaron los chicos y los civiles por que nos llevamos el corazón repleto de orgullo de ser argentinos, Es el quinto partido que juego con los veteranos de guerra de Malvinas, y cada vez que los veo y los escucho relatar sus historias me siento mas argentino que nunca.
Para colmo vino el tercer tiempo y en el tercer tiempo los reconocimientos y los abrazos y para que me explote el corazón y no pare de moquear en todo el fin de semana, cuando se fueron, ellos nos decían gracias a nosotros.
¡Que linda banda de ordinarios! Que grupo de hombres comunes que tenemos de amigos. Siempre voy a estar orgulloso de ser argentino mientras sea la patria de estos ordinarios.
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