Me quedé callado, no quería decir nada, temí que cualquiera fuera mi reacción desde que arrancaran los debates fuera incorrecta, quería entender las visiones, los pensamientos, las posturas, los argumentos.
Tengo mas que clara mi postura y mi visión, mas alla de lo religioso, desde lo ético, legal y científico. Estoy harto de las grietas, de la cosa argenta de ser de uno o del otro. de pensar que sos Boca o River y si sos uno el otro es mierda o viceversa. Quería entender, escuché y debatí, firmé y apoyé, pero escuché, mucho escuché, de todos lados religiosos de los dos lados, ateos de los dos lados, de derecha y de izquierda de ambos lados, jóvenes y mayores, hombres y mujeres, artistas, periodistas, médicos, constitucionalistas, de todo. En algún punto me impresioné, bien, me sentí que el debate era bueno, que está bueno escuchar, que está bueno dar la opinión de uno aunque no sea la del otro. Escuché muchas pavadas del lado de enfrente y de los que piensan contra mi también, pero también escuché argumentos muy válidos de parte de los que están en las antípodas a mi pensamiento.
Lentamente se acercaba la fecha de la votación en Diputados, reconozco que ya a esta altura mi pensamiento era BOCA / RIVER, casi comprendía separar con una valla las dos posturas, no soportaba ver nada verde, cualquiera que sin quererlo o queriendo andaba por la calle con una corbata, una remera, un buzo de color verde me enervaba, bueno, aún me enerva. Pero me enerva por lo mismo por lo que a muchos verdes los enervan los celestes. Los enerva los extremismos, yo no soporto las feminazis, en tetas pintando iglesias, actuado de madres que abortan y festejan, escupiendo un altar, ni nada de eso, como tampoco entiendo los extremismos de mi lado.
Celebro el debate, celebro que por primera vez desde hace muchísimo tiempo en la cámara de diputados no se vote en bloque, y entiendo que el próximo paso será eliminar las listas sábanas. Porque es bueno ver a una diputada de Izquierda abrazarse con una del pro, porque es sano que entre personas que comparten una forma de pensar desde lo socio económico, puedan disentir en otros aspectos.
No me alegra que la ley haya salido, para mi es un crimen porque hay un ser humano según la ciencia y la ley desde la concepción, pero me planteo que hacer con los embriones congelados por ejemplo, o como funciona la píldora del día después en una violación, Son dilemas a debatir.
¿Y la educación sexual, y la protección de las víctimas de violación, todas las leyes que existen y que no se ponen en práctica? Acaso no son disparadores de que hoy salga a la luz esta ley nueva. Algo culpables incluso. De nuestra parte hay mucho por revisar. ¿Alcanza con decir solo NO? ¿Hay alguna propuesta seria para competirle a la ley? Ahora queremos la educación sexual pero nunca nos preocupamos porque se lleve adelante como corresponda. En lugar de putear verdes ¿Cuanta responsabilidad tenemos nosotros de todo esto? ¿Tenemos la capacidad de mirar para adentro y tratar de ver esto?
Mas allá de todo estoy enojado y seguiré desilucionado del presidente de la nación. El es el Poncio Pilato de la era moderna, no entendí durante mucho tiempo a Francisco y su distancia, pero ahora comienzo a entederlo. Macri se lavó las manos pero sobre sus hombros cargará la matanza de inocentes como las cargó el Faraón con los niños judíos o como Herodes tras la visita de los reyes de oriente. Fue Maquiavélico y para tapar los desastres de su errónea administración hoy se puso en los libros de historia como el gestor de este genocidio.
Vuelvo a nosotros, los que nos oponemos a la ley, los que no somos violentos ni antidemocráticos, los que no queremos que la ley salga, menos en las condiciones en que se presenta, pero respetamos el derecho de la mayoría y las instituciones. ¿Qué vamos a hacer? ¿Quedarnos sentados? seguro que no. ¿Generar propuestas, presentar firmas en el senado, hacernos oir? Tal vez. ¿Presentar una ley mejor? Ojalá. Pero ¿Y si sale?
A veces los deseos de Dios no son tan simples como quisiéramos, tal vez debamos trabajar codo a codo para evitar de a uno los que queríamos evitar en masa, que probablemente no hubiéramos podido y hubieran existido en la clandestinidad.
Nos quedará rezar como siempre a los que tenemos fe y a los que no trabajar. Pero a nosotros no nos puede alcanzar con la oración, tenemos que trabajar, en propuestas y también después, haciendo valer las leyes preexistentes y educando para evitar que lo que se convierta en legal se transforme en natural. Porque no es natural, ni ético ni moral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario