Me pasé toda mi juventud reclamándole a mis padres como responsables de mi propia historia, siempre recordando la frasee que acuñaron desde mi mas tierna infancia "LA CULPA NO ES DEL CHANCHO, SINO DEL QUE LE DA DE COMER". Y como de comer me daban ellos, siempre les endilgué responsabilidades a mis mayores de mi "miserable" existencia.
Cuantos de nosotros antes de gritar de la bronca o el dolor de aquello que nos molesta, damos el primer paso en buscar culpables, responsables, incluso sin pensar en soluciones. Forma casi absurda nos caemos de un bote y responsabilizamos a las olas, al que estaba al lado que se paró, al de enfrente que me habló y me distrajo o a mi vieja que me hizo temerle al agua, a mi viejo que no me enseño lo suficiente o no me sacó mas a navegar, en lugar de preguntarnos como vuelvo al bote o que necesito para volver al lugar en el que estaba. Esto es un ejemplo tonto pero es la forma en la que actuaríamos siempre, nunca, jamás, la responsabilidad cae sobre nuestros hombros, y es cierto, es mas fácil, "yo nunca tengo la culpa de nada". Pero hay un momento en la vida en el que hacemos silencio, hace mas de un mes pase por un día así, de introspección. Ojo! no hablo de callarme para ver el partido del Barca, hablo de silencio interior y exterior. Fue lo peor, o lo mejor, que me pasó en muchos años, increíblemente pude escuchar una voz, había un flaco que me hablaba, que me obligaba a reflexionar sobre cada cosa de mi vida, que me ponía en perspectiva aquellas cosas de las que siempre responsabilicé a otros. Ese pesado era yo, Dios! No me dejen mas solo conmigo!
Luego de ese momento cambié como nos pasa a muchos de responsabilizar a otros para hacerme responsable de lo que me pasa, saberme culpable de una u otra manera de lo que vivo incluso a veces por demás, acuñe una nueva frase, "SOY EL DUEÑO DE MI DESTINO, EL CAPITÁN DE MI ALMA" de la película "Invictus"
Lo que me empezó a picar en la cabeza fue la sensación de decir "Pará! no todo es culpa tuya", Tenés tu responsabilidad como otros la tiene también.
Esta dos frases me decían una parte de la verdad y me permitían jugar con las responsabilidades, Por absurdo que parezca si quiero puedo ponerme en tonto y responsabilizar a mis padres de mis miserias y a mis hijos de las de ellos. JA! nunca, jamás, la culpa es del tipo!
Hasta que estando en un congreso hace un tiempo escuché la frase que me marcó el 2013. En una conferencia en CREA 2013 en Córdoba el director de RRHH de Coca Cola dijo una frase que guardaré en lo mas profundo de mi mente, para que me retumbe el día que haga silencio y hable el "opinauta de adentro de mi cabeza". Dijo "EL HOMBRE ES LO QUE EL HACE CON LO QUE HICIERON CON EL". Y me explotó en las neuronas me dí cuenta que el que le dá de comer al chancho tiene en parte responsabilidad pero lo que hace con la comida el chancho ya es cosa de él.
Imaginemos a un chico que nace sin las piernas desde las rodillas por una malformación, sin ánimo de ser prejuicioso es probable que viva su vida en una silla y que en el mejor de los casos y con una familia que lo contenga, salga adelante trabajando en una oficina y se mueva en un auto preparado para su discapacidad. No conozco al que "le dío de comer al Chancho" pero PISTORIUS corrió las semifinales de los últimos juegos olímpicos.
Imaginemos una niña carenciada de Tucumán, abandonada por su padre y cuya madre fallece cuando ella tenía menos de diez años, entregando a la menor de sus hermanas en adopción a una familia y yendo el mayor a trabajar al norte, su única posibilidad era viajar en tren a Buenos Aires y buscar a un hermano en Jose C Paz, un lugar al que nunca había ido. Lo mas probable es que con muchísima suerte sobreviva a la delincuencia, la droga y la prostitución, en muchos casos y si fuera un hijo nuestro nos dá la sensación de que ni llegaría a Buenos Aires. Claramente acá al chancho le dieron de comer como el orto, pero el chancho no aflojó siguió adelante y es la cara de la solidaridad de aquellos que menos tienen en la ciudad de Buenos Aires, MARGARITA BARRIENTOS le dá de comer a mas de 1000 chicos por día y los capacita para que tengan salida laboral, los saca de las calles y ayuda a los viejos en la zona mas marginal de la Capital Federal sin ayuda gubernamental.
Tenemos que saber llevar la influencia externa sobre nuestras vidas como obstáculos a superar, que nos preparan, que nos hacen mas fuertes, que nos convierten en especialistas en la situación y hacer nosotros con eso lo mejor para nosotros mismos, mientras lloremos responsabilizando al universo de nuestra "vida de mierda" lo más probable es que sigamos allí parados frente al obstáculo sin saltarlo preguntando quien lo puso, porque no lo corren, porque me pasan estas cosas a mi y no a otro.
La próxima vez que se te presente un obstáculo, encaralo, saltalo, superalo, estás a un obstáculo menos de los objetivos que te propusiste.
Al final siempre hay efectos externos pero seamos nosotros los únicos responsables de lo que haremos con lo que los otros, el destino y el universo hicieron de nosotros. porque "EL HOMBRE ES LO QUE ÉL HACE CON LO QUE HICIERON CON ÉL"
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