Hace mas de dos mil años un hombre vino a revolucionar al mundo, hizo muchas cosas importantes y dejo una nueva manera de vivir, priorizando a Dios y al prójimo, respetando los valores y poniendo como máximos referentes de pecado a la soberbia, la avaricia y la traición. Ese tipo que además es un ejemplo para todos los seres humanos en su forma de vivir la vida y de dejar un legado, es para todos los que así lo creemos Dios hecho hombre, el hijo del padre.
Pero este hombre tuvo que morir en la cruz, no por ser mala persona ni por cometer delito alguno, sino simplemente por ir en contra de lo que esperaba la sociedad en ese momento, por atacar al Status Quo.
Hoy de alguna manera la sociedad vuelve las críticas sobre el hombre santo que es su representante en la tierra, simplemente porque recibirá a la primera mandataria de su país de origen. Parecería que si no van por donde ellos quieren y hacen lo que ellos esperan volverían a crucificar al profeta.
No lo entiendo, no los entiendo. No aprendimos nada. Otra vez la soberbia nos lleva a esperar del pastor que guie las ovejas por donde las ovejas quieren ir.
Cristo comió en la mesa de Zaqueo, Porque vino al mundo por los pecadores como el médico viene para curar a los enfermos. Defendió a la mujer adultera de ser apedreada por ese grupo de "perfectos" que escondieron la piedra en cuanto Jesús les puso la condición de tener el alma sin pecado. Cristo sumó a sus doce a un recaudador de impuestos que terminó siguiéndolo y se convirtió en uno de sus evangelistas, sumó a un pescador ignorante que se la jugó con la espada para defenderlo pero en menos de veinticuatro horas lo negó tres veces y al final fue el máximo líder de su iglesia y murió crucificado pero pidió que fuera invertido pues consideraba no merecer la muerte de su maestro.
Entre los doce también hubo un ladrón, que fue quien lo traicionó y podríamos preguntarnos para que, pero la respuesta también está en los evangelios, Cristo mismo lo dice, "para que se cumplan las escrituras." Lo que me queda siempre es que cuando intentamos comprender las decisiones de Dios o sus hombres con la cabeza humana es igual a intentar comprender al mismísimo universo desde la visión de una hormiga.
El Papa ha revolucionado nuestra realidad, es uno de los sumos pontífices con mejor imagen de los últimos tiempos y tiene entre sus frases conceptos como "el trabajo en negro es un pecado gravísimo", criticando a quienes dan grandes ofrendas a la iglesia explotando a sus trabajadores y sostuvo que eso es usar a Dios para cubrir la injusticia. Y seguramente esto no le debe caer muy bien a varios que se ufanan de ser cristianos.
No nos involucremos en las decisiones de Dios ni de los hombres de Dios, antes de juzgar, antes de levantar la piedra pensemos si estamos libres de pecado. Pensemos cuantos de los que nos llenamos la boca hablando del Papa o de la Presidente tenemos a nuestros empleados en regla, digo, por ejemplo. No sé, es como que me siento en la obligación de decirles a algunos casi al oído "Soltá la piedra boludo, que tenés la cola sucia." Me explico?
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