CON LA VIEJA, NO!

Hoy toca dedicarle el día a la madre, a la de mis hijos, a la de mi esposa, a mis amigas madres, a las que quiero y respeto, a las que conozco y a las que no. Esa maternidad que hasta Dios quiso tener, nada le importó, ni la pobreza ni la persecución ni las ausencias, solo aspiró a garantizarse una madre, eso lo hace humano, nacer de madre lo humanizó, lo puso a la par de la humanidad que lo siguió como Dios y como hombre.
Hoy le tengo que dedicar el día a todas y en especial a mi madre. Mi madre que ya no tengo en carne y hueso desde hace mas de treinta años, pero a la que llevo conmigo cada día de mi vida como el primer día. En el ida y vuelta del domingo me propuse varia veces que le llevaría una flor a donde descansa, pero una y otra vez me pregunté para que. ¿Sería eso lo que ella quiere? ¿Es eso lo que ella espera? Y mientras iba y venia preocupado por atender a mi mujer que es la madre de mis hijos y a quien le procurábamos un buen desayuno en la cama y sus regalos, trate a mis hijos con la firmeza y el destrato de un general en la búsqueda de hacer el tiempo para llegar a cumplir con mi objetivo de llevar esa flor.
¿Estaría feliz mi vieja de que haya llegado a esa flor, habiendo "zumbado" a sus nietos? A veces no nos damos cuenta que priorizamos las formas por sobre el fondo y vamos por todo, sin reparar en lo que queda en el camino.
Me di cuenta que el mejor regalo que podía darle a mi madre en su dia era convertirme o buscar algún día convertirme en el hijo del que pueda estar orgullosa. ¿Acaso no buscamos todos lo mismo?
Porque nada le duele mas a un ser humano que ser insultado en su madre, podrán decirme muchas cosas pero nunca permitiré ni creo que nadie permita que lo llamen Hijo de Puta, porque no es un insulto a uno sino a su madre, porque hace referencia una madre que no educó, que no cuidó, que no le preocupó la crianza de su hijo.
Cualquier cosa menos hijo de puta, Con la vieja no.
Hoy me toca rendirle homenaje a mamá, tal vez siendo cada día mas como ella quisiera que fuese, porque a diferencia de los que la tienen viva a su lado, yo la tengo viva adentro y adentro es 7 por 24 me ve y me juzga siempre y sabe y entiende todo. Mi vieja hoy es parte mía, y yo parte de ella.
El regalo de mi vieja es ser mejor día a día mucho mas que una flor, un compromiso asumido.