La causa principal de todo esto fue y sigue siendo
la discriminación, cuyo significado etimológico es distinguir, separar por
conjuntos que comparten cualidades. Hoy el vocablo "discriminación"
se utiliza para diferenciar injustamente entre personas dando un trato de
inferioridad por motivos raciales, políticos, económicos, etc.
Hoy, gracias a Dios la humanidad ha madurado y dejó
de odiar a las minorías, hasta acá todo bárbaro, ahora bien el problema es que
no abandonó el foco principal, no abandonó el odio, solo que ahora odia la
discriminación y como todo aquello que se combate con odio, se combate a
ciegas, se cometen errores francamente estúpidos. Así en los EEUU por ejemplo y
con el objetivo de que el empleo esté al alcance de todos, uno de cada cuatro
empleados de una compañía debe ser de origen hispano. ¿Por qué? ¿Por qué no dos
y dos? Parece más justo ¿no? ¡NO! lo justo es que el empleado sea tomado por
sus aptitudes para el empleo y no por ser o no de origen latino o sajón. Si se
presentan Pedro, Juan, Carlos y Miguel y los cuatro son superiores para el
trabajo a Peter, John, Charles y Mike, lo criterioso sería que le den el
trabajo a ellos. Pero según la ley solo se le debería dar el trabajo a un
latino y a tres de los cuatro anglosajones.
¡A ver! Si los cuatro gringos son mejores que
laburen los cuatro gringos y si los hispanos son mejores que les den los puestos
a los hispanos.
Algo parecido pasa acá en la Argentina con las cámaras
de Diputados y Senadores donde uno de cada tres cargos debe ser ocupado por una
mujer. ¿Por qué? ¿Hay una mujer capaz cada dos hombres en nuestro país? Yo
quiero diputadas, que las hay y muy buenas y diputados que también los hay, que
lleguen por capacidad y no por cupos.
¡Alto! ¡Discriminemos la discriminación! (Si, ya sé
¿Que "bolonqui" no?)
Hay una discriminación de condiciones que no hemos
elegido, economía, salud, discapacidades, estatura, inteligencia, peso,
contextura física, belleza, etc. Esta es sin duda la más cruel discriminación,
una discriminación muy compleja, donde en algunos casos puede existir hasta un
juego macabro entre el discriminador y el inconsciente del discriminado que en
muchos casos se auto discrimina.
Eso sí, por más que llamemos "gente de
color" a una persona negra o estemos a favor de la ley de matrimonio
igualitario, mientras estacionemos el auto en una rampa para sillas de ruedas
seguiremos siendo unos gigantescos hijos de puta.
Acá deberíamos abrir grandes los ojos, para
hacernos más compasivos y empáticos.
Por otro lado hay una discriminación que es
política, racial, religiosa, de sexo y de orientación sexual. Esta es una
discriminación sobre factores que generalmente deberían hacernos sentir
orgullosos. Si soy paraguayo, no me debería enojar si me llaman paraguayo, pero
corresponde reclamar si me niegan la posibilidad de un empleo por ese motivo.
Si soy homosexual, debo reclamar cuando por mi condición se me niega el acceso
a lo que accede cualquier persona. Fernando Peña tenía por costumbre pedir que
la gente por la calle lo salude al grito de "¡Adiós, Puto lindo!"
haciendo referencia a su condición de homosexual de la cual estaba orgulloso.
Hoy se utiliza el concepto de gay-friendly para
lugares exclusivos para gays ¿Esto no es lo más parecido a un gueto en el siglo
XXI?
Hay discriminaciones y discriminaciones, Hoy se
puede escuchar denuncias de jugadores de futbol en torneos internacionales
porque un argentino llamó a un brasileño "negro". Cuando este tiene
claramente la piel negra. Discriminarlo no es llamarlo "negro", sino
excluirlo por su condición racial, no permitirle alcanzar cargos, o que no lo
llamen a formar parte de un seleccionado por ese motivo.
Ahora que le digan negro, si es negro, para mí
personalmente no me resulta un insulto. Pero como digo siempre escribo porque
me gusta opinar y respeto la opinión de los otros.
Es difícil de entender seguramente porque pasó
mucha agua abajo del puente y si a un judío le dicen "judío" con la
misma naturalidad con la que a una mujer con el pelo rubio le dicen
"rubia" esto no debería generar daño.
El tema es que el que pertenece a una minoría está
acostumbrado que su condición sea nombrada con odio. Ese odio que deberíamos
educar para erradicar. Hoy las minorías golpeadas han optado por cerrarse y ser
discriminadoras de los que no forman parte de su grupo.
Hay que empezar a educar a nuestros hijos para que
las próximas generaciones sean empáticas, solidarias y respetuosos de sus pares
porque en algo todos somos iguales, somos iguales en que no hay unos solo igual
al otro.
Ya lo decían los CADILLACS "Discriminar, eso
no está nada bien ante los ojos de Dios, todos somos iguales"
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